¿Tienes claro que quieres casarte en blanco?
El blanco es el color más elegido para un vestido de novia desde la antigüedad. Significa la pureza, la inocencia y el candor propio de una novia. Antes de lanzarte en la búsqueda del vestido idóneo, te aconsejo analizar tu tono de piel para elegir el blanco adecuado que favorece tu tono natural. Esto te hará brillar no solo en el altar sino también en las fotos que fijarán este día para siempre.
Piel con un tono frío.
Si tu piel tiene un tono frio (un tono azulado /rosado), puedes tener la piel muy clara o muy oscura o incluso exótica, el color más favorecedor para tu piel es un blanco puro, lo más puro posible. Si tienes los ojos oscuros o azules, opta por un blanco con un tono azul para que el blanco del vestido aparezca incluso más blanco.
Piel cálida/dorada
Si tu tono es cálido y tus mejores colores son los naranjas, los amarillos y verdes cálidos, el mejor blanco para ti es el blanco crema que tiene una base amarilla. Este favorece tu color de piel crema o moca. Si eres pelirroja o rubia cálida/miel, un amarillo con un tono melocotón te hará brillar.
Piel con un tono neutro
Si no te ves ni fría ni cálida, posiblemente estás entre los dos tonos. En este caso el color marfil o un blanco roto que no llega a ser crema son tus tonos favorecedores. Tienes muchas posibilidades porque el tono de tu piel es una combinación fría y cálida. Si tienes ojos marrones, te quedan mejor los blancos con tonos cálidos y si tus ojos son azules, un tono más frío complementa el color de tus ojos. Si tus ojos son verdosos/ camaleón, tienes suerte, se adaptarán al tono del vestido que elijas.
Ahora que sabes tu blanco, solo te queda algo azul, algo viejo y algo prestado y estarás lista para el gran momento.